A mi gatita le hacía falta tener su propio espacio en la sala para que cuando llegaran las visitas no se sintiera excluida, desde hace tiempo e visto que hacen cosas lindísimas con maletas, y aunque esta maleta no es tan antigua ni tan bonita como aquellas, de todos modos la convertí en cama de mascota.
La maleta que conseguí tenía la tela de la parte de abajo toda rasgada, así que la corte y le pegue una nueva con silicon, después la rellene con retazos de tela y de estambre sobrantes de otras manualidades, y con guata de unos cojines viejos (también puedes comprar retazos de tela muy baratos en las tiendas de tela, como Parisina o Modatela). Ya totalmente llena, le puse una cobija y listo, ni siquiera costuré, pegué o clavé la cobija simplemente la atore con la orilla de la maleta.
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